viernes, 9 de septiembre de 2011

Cuando piden dulces


Cuando mi amiga Michele Monet tenía como 13 años, estaba echada viendo tele con su hermana un par de años mayor viendo esa serie que tenía Roseanne, el capítulo de Halloween donde Jonh Goodman prepara toda una escenografía de casa de terror para los niños que pedían golosinas, entonces mi amiga y su hermana no encontraron nada mejor que hacer lo mismo.


Michele se disfrazó de jorobado y su hermana de dama antigua, pálida y con un chorreado rojo pintado como sangre por el lado de la boca. Cuando los niños tocaron el timbre ellas pusieron a todo chancho la canción más tétrica que encontraron de Jean Michelle Jarré, tenían las lámparas tapadas con paños rojos para obscurecer y enrojecer el ambiente y los hicieron pasar gritándoles “Entren niños!… siéntense aquí!”


Los ocho niñitos entraron cagados de susto –uno de ellos no quería, pero los amigos lo convencieron– y se sentaron en el sillón del living siguiendo las instrucciones del jorobado. En eso, bajó por las escaleras la autodenominada “esposa de Drácula”, con su vestido antiguo y una copa de cognac en la mano. Ella dió la orden “trae los dulces!” y el jorobado les sirvió galletas en una bandeja de plaqué. Cuando terminaron de sacarlas, les gritaron “ahora, VAYANSEEEE!”. La música volvió a subir de volumen y los niños salieron corriendo!! Y hasta el día de hoy dicen que es su mejor Halloween ever.

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